La asignatura pendiente de Indurain
La leyenda de Miguel Indurain tiene un pequeñÃsimo lunar, el ansiado Mundial de Ruta que nunca logrará el campeón español, teniendo que conformarse con sendas platas y un bronce.
Pero no todos los casos son iguales. En 1995, se vio a un Miguel generoso y trabajador para la selección, reteniendo a todos para que Olano lograra el triunfo, pero se ve a un Miguel exultante al llegar a meta contento por ese resultado, en 1993 fue una historia diferente.
TenÃa todo en su contra, un circuito prácticamente llano que no le favorecÃa en nada, un dÃa de perros que tampoco le va bien y finalmente un circuito horriblemente mojado que provocó múltiples accidentes. Aun asà logró situarse entre los mejores.
La pelÃcula de la etapa, salvo por los accidentes, es la tÃpica de todos los mundiales, donde las grandes selecciones, principalmente España e Italia, permiten escapadas controladas casi hasta el final.
Llegado el momento de los protagonistas, Riis es el que primero ataca, para posteriormente, ser un novel Lance Armstrong el que le sucede.
Con un salto y un ritmo prodigioso, el americano logra una ventaja importante a la que se une cierta desidia del grupo de favoritos.
El tÃpico tira tu, no tira tu que a mi me da la risa, asà se llega a la recta final con una entrada a placer de Lance Armstrong.
Por detrás el grupo de elegidos se disputa el sprint, con cualificados sprinter del pelotón como Olaf Ludwing y Johan Museeuw.
Nadie pensaba que Indurain entrarÃa en esa guerra. Es gracioso escuchar a Pedro González como, tras la victoria de Armstrong apenas hace caso al pelotón, esperando un sprint intrascendente para los intereses de los españoles, cuando a pocos metros de meta se le salen los ojos al ver que era Induráin el que encabezaba el sprint. Indurain lo hizo y por la puerta grande, demostrando ser el más fuerte del pelotón.
Y digo esto porque como ya es sabido Armstrong reconoció que comenzó a doparse precisamente en 1993, sin embargo este triunfo no le fue arrebatado en la sanción que le impusieron, ( le quitaron los tÃtulos entre 1999 y 2005) por lo que priva a Indurain del único gran triunfo que le faltaba y que además merecÃa
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