La ONCE contra un Indurain escapado en Lieja 7ª etapa del tour del 95

Indurain escapado se hace una clásica en la etapa de Lieja

Una de las etapas más bonitas del Tour de Francia y máxime contando que era una de esas que llamamos de transición.
La 7ª etapa del tour del 95 era el fiel reflejo de la Lieja Bastogne Lieja, otro recorrido pero de similares condiciones. Un total de 200km con 11 cotas puntuables de 3ª y 4ª categoría y muchas otras pequeñas subidas que no puntuaban pero que hacían un recorrido permanentemente de subir y bajar.
Este tour todavía estaba en manos de los sprinter, pequeñas diferencias solo matizadas por la contrarreloj por equipos que situaba a la Riijs y a Goti Gewis en los primeros puestos de la general con Jalabert de la ONCE a su acecho. tras esta última etapa de transición les espera la primera contrarreloj larga y el comienzo de las etapas de montaña.
El fuerte equipo de la Once que dirige Manolo Sainz trabaja para controlar la etapa en beneficio de sus dos jefes de filas Jalabert y Zulle.
Se produjeron varias escaramuzas pero nada serio porque la once puso un ritmo que permitió llegar a los último puertos agrupados.
Thibout ataca a Mont-Theux a falta de unos 30 km para meta, acompañado por Boyer, Bruyneel, Hamburger, Armstrong, González Arrieta y Lelli.
Indurain se unió a ellos primero, luego Jalabert. Nada más cruzar la cumbre (km 178), Bruyneel ataca y solo Indurain y Boyer pueden seguirlo.
Aún quedan 25 km por recorrer.
Es el colmo para los compañeros del navarro en esta edición, le temen, es el hombre a batir en las cronos y que aguanta como nadie en la montaña, pero ahora ya se les marcha a las primeras de cambio.

Lo que era una fuga posiblemente puente donde Bruyneeel (el que luego fuera director de Armstrong) serviría para ayudar a unos de sus jefes si estos conseguían librarse del pelotón, se convierte en una jornada donde Miguel Indurain puede demostrar una vez mas que es el mas fuerte y sacar tiempo a los demás, sin pensarlo coge los mandos del trío, y marca un tren la última subida de la jornada , la de Les Forges, que Boyer ya no puede seguir.
Miguel se queda solo con un Bruyneel, que no le releva para esperar a sus jefes y no hacer mas grade la sangría de tiempo .
Jalabert se escapa del grupo perseguidor y se va solo para perseguirlos. En la cima, a 15,5 km de la meta, Indurain y Bruyneel pasaron 35 «antes que Boyer, 40″ antes que Jalabert, 50 «en el pelotón. Pero Jalabert ve que no puede mantener el ritmo de persecución el solo y espera al resto de su equipo para ir juntos hasta meta.
llegando a Lieja, Indurain sigue con su ritmo imparable y Bruyneel en su rueda.
Como si estuviera calentando para la crono, el navarro con su estilo impecable consigue mantener el hueco respecto al pelotón que le persigue, donde el Mapei-GB, el maillot amarillo Riis y, por momentos, el Once se turnan para que no sea bochornosa la ventaja.
Nada puede pararlo ni rebajar el tiempo, mientras Bruyneel es llevado a meta por un Induráin que solo piensa en los 50 segundos que sacaba que eran el primer paso hacia su meta que no era otra que convertirse en el primer ciclista en ganar 5 tours consecutivamente y de paso igualar en victorias a los grandes Merkx, Hinault y ANquetil.
El premio para Bruyneeel fue doble porque además de ganar a Indurain al sprint conseguía el liderato.
La crono de Seraing de 54 Km volverá a poner todo en su sitio y le otorgará a Miguel el maillot amarillo que no posará Hasta que en Paris gane su quinto Tour