Sus habilidades como escalador todos las recordamos, pero seguramente muchos no conocerán una anécdota del gran Lucho, en el tour del 84, recién aterrizado en Europa junto a su equipo el Pilas Varta.
Por cierto aunque suene poco verosÃmil, es una historia reconocida y detallada por el propio ciclista y su manager.
Por culpa de las caries a pesar de su juventud, Herrera habÃa perdido su dentadura y le tuvieron que hacer una postiza, o como dicen en Colombia, le hicieron una caja de dientes.
El participaba con el postizo, pero en una de las etapas, tuvo la mala fortuna de que una avispa se le metió en la boca. Este desafortunado incidente le ocasionó una desgracia doble, por un lado la dentadura le salió disparada de la boca, pero para su desgracia la avispa le picó en la lengua.
Como estaban en una bajada no tuvo oportunidad de recuperarla inmediatamente, mientras que terminó la etapa con la lengua totalmente deformada por la hinchazón.
Asà que paso una de las noches más curiosas de su carrera, pues la durmió en la consulta del dentista que le buscó su equipo, para rápidamente le fabricaran otra dentadura.
Allà cenó y durmió Lucho hasta que a las 5 de la madrugada le trajeron sus nuevos dientes. Nadie querÃa que se supiera, pero al final la noticia trascendió, y un par de dÃas más tarde, un aficionado recuperó su dentadura perdida, pero Herrera ya no la quiso porque le gustaba mas la europea.
En ese Tour, Lucho Herrera ganó una etapa y fue séptimo en la clasificación general individual que ganó el francés Bernard Hinault.